Dentro de muy poquito el otoño hará su triunfal llegada, dejando atrás el ajetreo y el calor del verano. Para muchos, el caer de las hojas de los árboles simboliza también el fin de las vacaciones y, por tanto, la vuelta a la rutina, el echar la vista atrás con la nostalgia de haber disfrutado de nuestro tiempo y nuestra familia.
Nosotros, desde Finca la Celada, tenemos otra percepción del fin del periodo estival y lo vemos no como un final, sino como un comienzo distinto de algo mucho más prometedor. El sol da un respiro y nos permite disfrutar del relax y el descanso de una manera mucho más pausada, mucho más rica.
Conocemos bien nuestras casas rurales y, para nosotros, son el ejemplo perfecto de cómo disfrutar de esta etapa. Ya sea durante un puente o una escapada de fin de semana, la luz del otoño es perfecta para sentir lo maravilloso de nuestros parajes naturales, rodeados de montañas y pinares.
Con amigos, con tu pareja o con toda la familia, es la época perfecta para realizar senderismo por nuestras rutas y admirar la riqueza de nuestra fauna. Podrás ver a lo lejos el águila real en todo su esplendor o perderte en nuestros bosques y salir al encuentro de algún ciervo, un corzo o la simpática ardilla roja, todo con la paz y el relax que solo la auténtica naturaleza puede transmitir.
Si por el contrario prefieres abarcar más terreno o atreverte con algo nuevo, puedes aprovechar y acompañarnos en un paseo a caballo por nuestros parajes o realizar una gratificante excursión en bicicleta por las sierras de Caravaca.
En nuestra finca de Moratalla sabemos que, cuando algo termina, otra cosa distinta empieza. Con el fin del calor, llega la auténtica oportunidad de poder disfrutar la vida de una forma diferente.